El Universal
Alumnos o personal con síntomas de gripe deben quedarse en casa durante 7 días
Una nueva versión del juego de la ere se impone en las escuelas: todo el mundo debe huir del virus AH1N1, la más temible ere que pueda corretear, en estos tiempos, entre los niños. Su presencia es una realidad y tanto chicos como adultos deben aprender a esquivarla.
Debido al largo tiempo que transcurren en la escuela, la cercanía en su compartir y a su natural despreocupación, los chicos son fáciles receptores del virus de cualquier tipo de influenza, incluida la antes llamada gripe porcina. Esta situación se acentúa si los niños son infantes o preescolares.
La decisión de cerrar la escuela, si se presenta algún caso confirmado de AH1N1, corresponde a las autoridades de salud y no a los directores de las escuelas. Desde el 5 de mayo, en Estados Unidos -país con elevadas disponibilidades del antiviral recomendado, oseltamivir, conocido comercialmente como tamiflú), no suspenden las clases en los centros educativos afectados pero sí cierran preventivamente las escuelas en España, Colombia, Chile, Perú y Panamá, entre otros países.
Cerrar la escuela es una medida preventiva que cumple dos objetivos: evitar el contagio del virus, que puede sobrevivir en superficies lisas y porosas o saltar de una persona a otra en distancias inferiores a un metro de distancia y vigilar epidemiológicamente a las personas que estuvieron cerca del enfermo de AH1N1, que pueden presentar síntomas incluso una semana después del contacto.
La infectóloga Ana Carvajal, directiva de la Red de Sociedades Científicas Médicas, considera que las autoridades sanitarias deben vigilar en forma epidemiológica a todos los compañeros de salón y autobús del niño o niña enferma de AH1N1 y realizar la prueba de diagnóstico del virus a los que presenten síntomas. Recomienda, también, que los colegios limpien con desinfectante o alcohol todos los pupitres, pasamanos, grifería y útiles comunes. En superficies lisas, la cepa AH1N1 sobrevive hasta 72 horas. De allí salta a las manos de quien lo toque e ingresa al organismo a través de los ojos, la nariz o la boca.
El Ministerio de Salud de Venezuela aún no ha dispuesto de una normativa clara sobre cómo actuar en colegios, pero en países como Chile y Panamá la normativa establece: "Cualquier estudiante o personal con fiebre, con tos o dolor de garganta debe quedarse en la casa y no ir a la escuela ni a lugares públicos, excepto para buscar atención médica, por lo menos por 7 días, aun si los síntomas desaparecen antes". Recomiendan que, si sigue enfermo, permanezca en casa hasta un día después de que éstos desaparezcan.
A los niños hay que entrenarlos para que se laven las manos con jabón frecuentemente o, en su defecto, usen gel antibacterial, para que se alejen de personas con síntomas gripales y para que no compartan bebidas ni comidas.
Colegios deben desinfectar pupitres, pasamanos y griferías
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