Centros de salud limitados ante posible brote de gripe porcina

Especialistas exigen a Minsalud entregar normas oficiales de prevención

Beatriz Cruz Salazar
EL UNIVERSAL

En la mañana de ayer, un grupo de vigilantes del Hospital Clínico Universitario decidió usar tapabocas como medida de seguridad ante los comentarios que corrían sobre la supuesta presencia de cinco personas infectadas con gripe porcina en las salas del centro hospitalario.
Innecesaria pareció la precaución luego de que el director del hospital, José España, confirmara que no existía -hasta el momento- ningún paciente infectado con la cepa H1N1 de la influenza. "Nosotros mismos tomamos la medida, como estamos aquí en la Emergencia nunca se sabe", comentaron tímidamente los vigilantes.

En una ciudad en la que sus principales centros hospitalarios tienen servicios cerrados por reparaciones, por fallas en equipos o déficit de personal, el escenario de una posible epidemia se torna aún más preocupante. Lo cierto es que hospitales y clínicas del Área Metropolitana ya han empezado a tomar una serie de medidas en caso de que la gripe porcina se propague en la capital.
España asegura que en el Hospital Universitario cuentan con un protocolo de contingencia que se activó para la alerta de gripe aviar en el año 2005. "El paciente que llega con alguna patología respiratoria se le toma la muestra y se le da un tapaboca especial. En caso de ser necesario se coloca en una zona de aislamiento", explica el director del HCU, quien asegura que el centro de salud puede habilitar hasta cien camas para casos que requieran ser aislados.

En el oeste de la ciudad, Guillermo Puche, director del hospital José Gregorio Hernández de Los Magallanes de Catia, informó que hoy se dará una charla a la comunidad hospitalaria para mantenerla informada de la alerta, así como también se realizará una jornada de vacunación contra la influenza para los trabajadores.

Asimismo, Puche anunció la conformación de un comité de prevención epidemiológico, el cual se encargará de evaluar dos veces al día la posibilidad de que exista algún paciente infectado con el virus que surgió en México y que ha infectado a habitantes de varios países.

No obstante, José Félix Oletta, ex ministro de Salud, asegura que hasta la fecha las autoridades sanitarias del país no han instruido a los hospitales con las normas específicas que se deben aplicar cuando llegue un caso sospechoso. "Las medidas no sólo incluyen lo referente a los insumos médicos, sino al número de ventiladores que debe haber disponibles, las camas adecuadas, el personal de guardia... Las acciones no se deben inventar en cada hospital", advierte. Oletta comenta que se debe trabajar en escenarios de planificación, por lo que reitera la disposición de las facultades de Medicina y de las sociedades científicas a colaborar con el Ministerio en la conformación de un plan de contingencia.

A juicio del especialista es necesario trabajar urgentemente en el mejoramiento de las condiciones de los hospitales y a los residentes y especialistas hace un llamado especial a contribuir con las normas y protocolo de atención de pacientes. "Estamos preocupados y en alerta, este no es el mejor momento para que los médicos se enfrasquen en discusiones de sueldos o contratos", comenta Oletta.

Sobre el déficit de personal que enfrentan los hospitales, el director del Magallanes de Catia asegura que en caso de ser necesario el Ministerio de Salud deberá movilizar recursos humanos a los centros carentes.

Los galenos también apuntan la necesidad de controlar el pánico que puede causar la posibilidad de contagio. "Hay que tener cuidado y no generar más miedo, pues muchos de los supuestos casos que han sido atendidos no son más que pacientes con influenza normal", señala José Besso, director del Centro Médico de Caracas. Oletta agrega que una campaña informativa directa y concreta puede ayudar a reducir la ansiedad.